Ya es imposible vivir sin la tecnología. Las personas cuando no tienen el celular en la mano sienten como si se les hubiese cortado una parte del cuerpo. Los medios de comunicación promueven su uso y todos corremos a adquirir el más reciente dispositivo o a bajar una nueva actualización de algún APP o del mismo celular. La verdad es que si no se actualizan, los programas empiezan a fallar y hasta a limitar su uso, así lo establece con toda claridad el contrato que se acepta. Pero, ¿saben ustedes a qué están consintiendo cuando presionan la tecla de aceptar?
Pues lo más seguro es que no, pues no hay quien tenga ganas de leer ese contrato tan largo con una letra tan chica.
Por ello, quisiera explicarles cómo las grandes corporaciones utilizan su privacidad y sus datos con el beneplácito suyo.
Debo recordarles que antes de activar un dispositivo celular por primera vez se les hace algunas preguntas básicas y hasta inocentes como lo son idioma, región y nombre. Luego, para que se pueda tener acceso a adquirir algunas APP se requerirá mayores detalles como número de tarjeta de crédito, país, dirección postal, teléfono, dirección de correo electrónica, entre otros.
La empresa proveedora de la tecnología se compromete a guardar el secreto de su información por todos los medios, pero nosotros aceptamos a que sobre la base de dicha información se nos ofrezcan productos y servicios basados en nuestros gustos y hasta para “fines de lucha contra el fraude”, sin que se nos explique qué quiere decir eso.
El contrato de privacidad manifiesta que ocasionalmente es posible que se usen los datos de carácter personal para enviar notificaciones importantes, como comunicaciones acerca de compras y modificaciones de las condiciones y políticas. Como esta información es fundamental para la interacción con el proveedor, no se puede optar por rechazar la recepción de estas comunicaciones. Por ende, se acepta o no se puede pasar al siguiente nivel.
También se pueden utilizar los datos de carácter personal para fines de auditorías, análisis de datos e investigaciones.
La empresa se reserva el derecho de recopilar, tratar, transferir y divulgar datos de carácter no personal entendiéndose como tales: profesión, idioma, código postal, prefijo telefónico, identificador único de dispositivo, dirección URL de referencia, ubicación y zona horaria en la que se utiliza un producto, para conocer mejor la conducta de los clientes con cualquier fin. Pareciera que a excepción del nombre y el número de tarjeta, la empresa considera todo los demás datos no personales, pero lo extraño de este contrato tan extenso es que al principio del mismo hacen la igual salvedad para los datos personales. Al final, lo que se busca es utilizar dicha información para promover productos y servicios de la empresa o cualquiera de sus afiliadas, es por ello que cuando usted empieza a recibir publicidad de temas que no son de su interés se pregunta cómo consiguieron su celular o mail.
Como sucede con la mayoría de los servicios de internet, determinados datos se recopilan automáticamente y se almacenan en archivos de registro. Estos datos incluyen direcciones IP, tipo de navegador e idioma, proveedor de internet (ISP), sitios web y aplicaciones de referencia y salida, sistema operativo, sello de fecha/hora. Estos datos se utilizan para conocer y analizar tendencias, administrar la página web, obtener información sobre la conducta de los usuarios en la página web, así como para recopilar datos demográficos acerca de los usuarios en general.
Para despejar dudas la empresa expresa que puede ser que tenga la obligación de divulgar datos de carácter personal por imperativo legal, en el marco de un procedimiento judicial o por requerimiento de una autoridad pública o gubernamental, tanto de nuestro país de residencia como del extranjero. Asimismo, se puede divulgar información sobre el usuario si se considera que dicha divulgación es necesaria o conveniente por razones de seguridad nacional, para cumplir la legislación vigente o por otros motivos importantes de orden público.
Finalmente, como si fuera poco, nosotros aceptamos a recopilar, utilizar y compartir datos precisos sobre localizaciones, incluyendo la localización geográfica en tiempo real del dispositivo.
En fin, por un lado nos dicen que guardaron como un sudario nuestra información, pero por el otro nos obligan a aceptar que dicha información sea utilizada para varios fines. Por ello, cuando aprieten la tecla de “aceptar” sepan que ya nada de lo que hagan con y en sus celulares será privado.
Ya es imposible vivir sin la tecnología. Las personas cuando no tienen el celular en la mano sienten como si se les hubiese cortado una parte del cuerpo. Los medios de comunicación promueven su uso y todos corremos a adquirir el más reciente dispositivo o a bajar una nueva actualización de algún APP o del mismo celular. La verdad es que si no se actualizan, los programas empiezan a fallar y hasta a limitar su uso, así lo establece con toda claridad el contrato que se acepta. Pero, ¿saben ustedes a qué están consintiendo cuando presionan la tecla de aceptar?
Pues lo más seguro es que no, pues no hay quien tenga ganas de leer ese contrato tan largo con una letra tan chica.
Por ello, quisiera explicarles cómo las grandes corporaciones utilizan su privacidad y sus datos con el beneplácito suyo.
Debo recordarles que antes de activar un dispositivo celular por primera vez se les hace algunas preguntas básicas y hasta inocentes como lo son idioma, región y nombre. Luego, para que se pueda tener acceso a adquirir algunas APP se requerirá mayores detalles como número de tarjeta de crédito, país, dirección postal, teléfono, dirección de correo electrónica, entre otros.
La empresa proveedora de la tecnología se compromete a guardar el secreto de su información por todos los medios, pero nosotros aceptamos a que sobre la base de dicha información se nos ofrezcan productos y servicios basados en nuestros gustos y hasta para “fines de lucha contra el fraude”, sin que se nos explique qué quiere decir eso.
El contrato de privacidad manifiesta que ocasionalmente es posible que se usen los datos de carácter personal para enviar notificaciones importantes, como comunicaciones acerca de compras y modificaciones de las condiciones y políticas. Como esta información es fundamental para la interacción con el proveedor, no se puede optar por rechazar la recepción de estas comunicaciones. Por ende, se acepta o no se puede pasar al siguiente nivel.
También se pueden utilizar los datos de carácter personal para fines de auditorías, análisis de datos e investigaciones.
La empresa se reserva el derecho de recopilar, tratar, transferir y divulgar datos de carácter no personal entendiéndose como tales: profesión, idioma, código postal, prefijo telefónico, identificador único de dispositivo, dirección URL de referencia, ubicación y zona horaria en la que se utiliza un producto, para conocer mejor la conducta de los clientes con cualquier fin. Pareciera que a excepción del nombre y el número de tarjeta, la empresa considera todo los demás datos no personales, pero lo extraño de este contrato tan extenso es que al principio del mismo hacen la igual salvedad para los datos personales. Al final, lo que se busca es utilizar dicha información para promover productos y servicios de la empresa o cualquiera de sus afiliadas, es por ello que cuando usted empieza a recibir publicidad de temas que no son de su interés se pregunta cómo consiguieron su celular o mail.
Como sucede con la mayoría de los servicios de internet, determinados datos se recopilan automáticamente y se almacenan en archivos de registro. Estos datos incluyen direcciones IP, tipo de navegador e idioma, proveedor de internet (ISP), sitios web y aplicaciones de referencia y salida, sistema operativo, sello de fecha/hora. Estos datos se utilizan para conocer y analizar tendencias, administrar la página web, obtener información sobre la conducta de los usuarios en la página web, así como para recopilar datos demográficos acerca de los usuarios en general.
Para despejar dudas la empresa expresa que puede ser que tenga la obligación de divulgar datos de carácter personal por imperativo legal, en el marco de un procedimiento judicial o por requerimiento de una autoridad pública o gubernamental, tanto de nuestro país de residencia como del extranjero. Asimismo, se puede divulgar información sobre el usuario si se considera que dicha divulgación es necesaria o conveniente por razones de seguridad nacional, para cumplir la legislación vigente o por otros motivos importantes de orden público.
Finalmente, como si fuera poco, nosotros aceptamos a recopilar, utilizar y compartir datos precisos sobre localizaciones, incluyendo la localización geográfica en tiempo real del dispositivo.
En fin, por un lado nos dicen que guardaron como un sudario nuestra información, pero por el otro nos obligan a aceptar que dicha información sea utilizada para varios fines. Por ello, cuando aprieten la tecla de “aceptar” sepan que ya nada de lo que hagan con y en sus celulares será privado.