El tema de la energía eléctrica ha sido debatido por generaciones enteras. Como consecuencia del crecimiento exponencial de la población y la constante demanda de electricidad para el calentamiento o enfriamiento o industrialización del planeta se ha hecho necesario ampliar, con las tecnologías de cada época, la generación de energía a tamaños inimaginables.
El calentamiento global, entre otros muchos temas, nos ha obligado a ir mejorando los tipos de generación que hasta ahora hemos conocido. Pasando de la generación fósil –que contamina–, a la nuclear –que además de que contamina es altamente peligrosa–, a las hidroeléctricas –que secan ríos y dañan las cuecas hidrográficas–, a las de biocombustibles –que acaban con la comida–, se ha podido llegar ahora a las conocidas como renovables. El esfuerzo ha sido titánico, pero el ser humano sigue en su lucha por resolver los retos a los que el mundo se enfrenta, no porque el medio ambiente se está contaminando sino por generar más energía para un mayor número de personas.
Es por ello que una gran cantidad de empresas se han abocado al desarrollo de nuevas herramientas en la búsqueda de lo que se conoce hoy como “generación distribuida”.
La generación distribuida consiste en sistemas de generación eléctrica que se instalan cerca de los puntos de distribución. Esto permite ahorrar energía al no perderse en el transporte de la misma, pues los sistemas que generan dicha energía se colocan hasta en los mismos lugares donde se consumen, lo que inclusive ayuda a no necesitar tantos postes y cables eléctricos, mejorando de forma indirecta al medio ambiente y al embellecimiento de las ciudades.
Estos nuevos emprendimientos han provocado una lluvia de ideas interesantes de comentar aquí y que se encuentran en pleno desarrollo.
La primera de ellas que deseo mencionar son las denominadas granjas eólicas aéreas, cuya idea surgió de la NASA. Consiste en instalar pequeñas turbinas a grandes alturas en puntos determinados para que con aire se genere la electricidad, la cual baja al punto de distribución o entrega mediante cables denominados nanotubos. Esta tecnología no daña el medio ambiente, rinde mucho al no perderse energía en el transporte y sus equipos son durables. No es novedosa, de hecho estos pequeños cometas que parecen globos los hemos visto en las películas del espacio, pero no es hasta ahora que empiezan a ser considerados con seriedad para las grandes ciudades. Presentan un pequeño inconveniente, ya que son vulnerables a los rayos.
Por otro lado, en Inglaterra se están desarrollando unos drones que a través de la energía solar y el viento recogen energía y de forma inalámbrica la envían a la Tierra para su distribución. Aunque es novedosa, todavía no han podido solucionar el problema que implica su estadía en el aire con la aeronavegabilidad de los aviones y sobre todo la recarga de energía del mismo dron. La solución va en miras a lograr mayor autonomía y altura para darle solución a sus principales dificultades.
Quién no ha oído hablar últimamente de los paneles solares fotovoltaicos. Bueno, la energía fotovoltaica se ha empezado a desarrollar en Panamá con un importante éxito. Sin embargo, estos paneles no permiten crear electricidad de los rayos ultravioleta de los que debemos cuidarnos todos. Ello se debe a que sus paneles no poseen la capacidad de absorberlos sin dañarse. Pero, ahora con la nanotecnología creada para este fin, los paneles se recubren y permiten absorber dichos rayos. Con esta novedad, los módulos solares pueden incrementar su capacidad de producción de hasta un 25% adicional.
Y qué decir de caminar como medio de creación de electricidad. Ahora con unas baldosas que se instalan en el piso de lugares muy concurridos se puede generar energía. Por ello, ya se empiezan a instalar en aeropuertos, estaciones de metro y avenidas muy transitadas. El ciudadano común está colaborando a generar la energía de su ciudad. Con el peso de cada persona la baldosa se enciende utilizando un 5% de la energía creada y la adicional la almacena para un uso determinado. Con esta herramienta se producen 7 vatios de electricidad y ya han empezado a ser instaladas en centros comerciales para la generación de su propia energía.
Para quienes crean que la electricidad generada versus la demanda va a hacer colapsar el mundo, debe prestarle atención a que los expertos no dejan de trabajar en buscar nuevas y mejores formas de generar y entregar la electricidad.
Tan solo estas tecnologías mencionadas son una clara apuesta a las tecnologías limpias y eficaces, y aunque su costo versus el retorno sobre la inversión hoy nos deja claro que no resulta un negocio, es obvio que esto es solamente un vistazo al futuro que ya está aquí. Habrá que subirse al tren lo antes posible.
El tema de la energía eléctrica ha sido debatido por generaciones enteras. Como consecuencia del crecimiento exponencial de la población y la constante demanda de electricidad para el calentamiento o enfriamiento o industrialización del planeta se ha hecho necesario ampliar, con las tecnologías de cada época, la generación de energía a tamaños inimaginables.
El calentamiento global, entre otros muchos temas, nos ha obligado a ir mejorando los tipos de generación que hasta ahora hemos conocido. Pasando de la generación fósil –que contamina–, a la nuclear –que además de que contamina es altamente peligrosa–, a las hidroeléctricas –que secan ríos y dañan las cuecas hidrográficas–, a las de biocombustibles –que acaban con la comida–, se ha podido llegar ahora a las conocidas como renovables. El esfuerzo ha sido titánico, pero el ser humano sigue en su lucha por resolver los retos a los que el mundo se enfrenta, no porque el medio ambiente se está contaminando sino por generar más energía para un mayor número de personas.
Es por ello que una gran cantidad de empresas se han abocado al desarrollo de nuevas herramientas en la búsqueda de lo que se conoce hoy como “generación distribuida”.
La generación distribuida consiste en sistemas de generación eléctrica que se instalan cerca de los puntos de distribución. Esto permite ahorrar energía al no perderse en el transporte de la misma, pues los sistemas que generan dicha energía se colocan hasta en los mismos lugares donde se consumen, lo que inclusive ayuda a no necesitar tantos postes y cables eléctricos, mejorando de forma indirecta al medio ambiente y al embellecimiento de las ciudades.
Estos nuevos emprendimientos han provocado una lluvia de ideas interesantes de comentar aquí y que se encuentran en pleno desarrollo.
La primera de ellas que deseo mencionar son las denominadas granjas eólicas aéreas, cuya idea surgió de la NASA. Consiste en instalar pequeñas turbinas a grandes alturas en puntos determinados para que con aire se genere la electricidad, la cual baja al punto de distribución o entrega mediante cables denominados nanotubos. Esta tecnología no daña el medio ambiente, rinde mucho al no perderse energía en el transporte y sus equipos son durables. No es novedosa, de hecho estos pequeños cometas que parecen globos los hemos visto en las películas del espacio, pero no es hasta ahora que empiezan a ser considerados con seriedad para las grandes ciudades. Presentan un pequeño inconveniente, ya que son vulnerables a los rayos.
Por otro lado, en Inglaterra se están desarrollando unos drones que a través de la energía solar y el viento recogen energía y de forma inalámbrica la envían a la Tierra para su distribución. Aunque es novedosa, todavía no han podido solucionar el problema que implica su estadía en el aire con la aeronavegabilidad de los aviones y sobre todo la recarga de energía del mismo dron. La solución va en miras a lograr mayor autonomía y altura para darle solución a sus principales dificultades.
Quién no ha oído hablar últimamente de los paneles solares fotovoltaicos. Bueno, la energía fotovoltaica se ha empezado a desarrollar en Panamá con un importante éxito. Sin embargo, estos paneles no permiten crear electricidad de los rayos ultravioleta de los que debemos cuidarnos todos. Ello se debe a que sus paneles no poseen la capacidad de absorberlos sin dañarse. Pero, ahora con la nanotecnología creada para este fin, los paneles se recubren y permiten absorber dichos rayos. Con esta novedad, los módulos solares pueden incrementar su capacidad de producción de hasta un 25% adicional.
Y qué decir de caminar como medio de creación de electricidad. Ahora con unas baldosas que se instalan en el piso de lugares muy concurridos se puede generar energía. Por ello, ya se empiezan a instalar en aeropuertos, estaciones de metro y avenidas muy transitadas. El ciudadano común está colaborando a generar la energía de su ciudad. Con el peso de cada persona la baldosa se enciende utilizando un 5% de la energía creada y la adicional la almacena para un uso determinado. Con esta herramienta se producen 7 vatios de electricidad y ya han empezado a ser instaladas en centros comerciales para la generación de su propia energía.
Para quienes crean que la electricidad generada versus la demanda va a hacer colapsar el mundo, debe prestarle atención a que los expertos no dejan de trabajar en buscar nuevas y mejores formas de generar y entregar la electricidad.
Tan solo estas tecnologías mencionadas son una clara apuesta a las tecnologías limpias y eficaces, y aunque su costo versus el retorno sobre la inversión hoy nos deja claro que no resulta un negocio, es obvio que esto es solamente un vistazo al futuro que ya está aquí. Habrá que subirse al tren lo antes posible.